lunes, 27 de febrero de 2012

2 años


Este post llega con un día de retraso pero no podía faltar. Ayer el pequeñajo de la casa cumplió 2 años.. nada más y nada menos. Para mí, mis cumpleaños siempre han sido el momento de parar, volver la mirada atrás y soñar un poco el camino hacia adelante  para ayudar a su construcción. Y como los cumples de la carne de mi carne son en cierto modo míos también..repito este ritual en sus días pero cuidándome mucho de mis sueños.. que al fin y al cabo sus caminos no son el mío aunque discurran muy cerca e incluso se crucen por momentos.. y ya sabéis que hay que tener cuidado con lo que se sueña, no se vaya a cumplir :)

Miro atrás y veo su nacimiento, como no.. será el evento en el que más me he empeñado! ese parto en casa que se fusionaba con el deseo y necesidad de no dejar a su hermana dos días sola y al margen de tan importante acontecimiento familiar y que tanta implicación tendría en su vida. Porque.. sabéis qué? además de nacer un bebé y renacer una madre y un padre.. nacía una hermana! papel duro de asumir en muchas ocasiones y cuya construcción supone asumir la pérdida de lo que se era mientras lo que se gana va poniéndose a punto para poder jugar. Por mucho que los padres queramos preparar y suavizar la situación, la llegada de un nuevo bebe a la familia supone un impacto para todos los miembros, o así es como lo hemos vivido nosotros. La familia nunca más volverá a ser la que fué y sus miembros tendrán que ir adaptándose hasta que el ecosistema adopte un nuevo equilibrio que acoja su evolución. Dos años después todavía estamos adaptándonos, esa es la verdad. Y es que hay que ver lo que cambia un recien nacido en 2 años!

Además, en este tiempo me he dado cuenta de algo.. si bien estoy viviendo y disfrutando de la crianza de mi segundo hijo con la tranquilidad que da el estar segura de lo que una hace, me doy cuenta de que todavía estoy bucando mi sitio como madre de dos, dos que cada vez están más en igualdad de condiciones, por lo menos en cuanto fuerza física se refiere.. todavía estoy buscando mi sitio como madre de dos lejos de la posición de juez que imparte su ley a golpe de martillo. Los conflictos entre hermanos me generan mucho estrés, creo que porque no he encontrado esa posición que busco para gestionarlos. Los gritos, los golpes, los lloros del perdedor, del dolorido, del frustrado.. despiertan en mí una furia con la que me cuesta mucho lidiar y me aleja del sitio que quiero. Tengo que decir que hay momentos maravillosos entre hermanos, eh? sin embargo este es el tema pendiente que tengo ahora mismo y el que me desestabiliza. Para encontrar el sitio que busco parto de esta frase: "la igualdad no es dar a todos lo mismo, sino dar a cada uno lo que necesita". Y enesto estoy ahora mismo, investigándome en este nuevo plano..

Y de J.. qué deciros? lleva 2 años junto a mí y le estoy saboreando lentamente, día a día, minuto a minuto.. con su padre se lleva genial, la primera palabra que dijo fue "teta" y la segunda el nombre de su hermana. Se ríe un montón y es un bailongo. Le encanta escalar y montarse en cosas que ruedan. Hoy le he visto acercarse a L al oirla llorar y con su manita le acariciaba la cara quitándole las lágrimas. También hoy le he visto arrearle en la cabeza con una pieza de construcción de madera. Oouu, eso le ha tenido que doler a mi pequeña grandullona. Le he preguntado a su padre.. "L te convirtió en padre, y J?" me ha contestado "en padre preocupado" :D y es que si algo es J, eso es.. extremo. De casta le viene al galgo.

¡¡FELICIDADES COSITA BONITA!! TE QUIERO

viernes, 17 de febrero de 2012

Lo que tenemos y lo que necesitamos


Pensaba en las guarderías.. pensaba cómo acaban algunas madres no trabajadoras (ni en busca de trabajo) llevando a sus bebes a la guardería "unas horitas".. no se supone que éstas ofrecen un servicio a las familias en las que ambos miembros trabajan? Qué necesidad tiene una madre de dejar a su bebe en una guardería pudiéndo estar con él? ¿qué hace que una madre necesite liberarse de la presencia de su bebe durante unas horas? porque ésta es una realidad que se da.

Sin ánimo de juzgar.. sólo con ánimo de buscar respuestas. Y situándome en el mundo ideal desde el cual me gusta mirar para que lo habitual no se confunda con lo normal veo claramente cuál es esa razón, de sobra conocida,.. las madres que cuidan de sus hijos son fantasmas para esta sociedad en la que vivimos, y como fantasmas vagan solas buscando un sitio que no encuentran.  En mi mundo ideal, las madres están fusionadas con sus bebes y están sostenidas.. sostenidas por otras como ellas, que viven la misma situación, sostenidas por sus hombres que no sufren jornadas de trabajo interminables, sostenidas por su familia y amigos que realmente valoran el bien que estas madres están haciendo por sus hijos, por ellas mismas y por la salud integral de toda la sociedad.

Pero en el mundo real la cosa es bien distinta. Pienso en todas esas madres con sus hijos que se cruzan por la calle, igual se saludan o hablan un rato pero siguen su camino.. solas. Pienso en lo que se habla de la necesidad de crear redes de madres y pienso en por qué cuesta tanto.. por qué cuesta tanto pedir lo que necesitamos.. compañía de otras madres con sus niños. Pienso en cómo nuestra cultura nos hace creer que tenemos, debemos ser autosuficientes, no mostrar nuestras debilidades, nuestras necesidades.. no pedir lo que necesitamos.. eso es ser débil.. y el débil no tiene cabida en nuestra sociedad. Esta es una sociedad de fuertes, de depredadores, de indivíduos, de máscaras, de corazas, de "yo puedo", de no pedir porque "ya tiene bastante cada uno con lo suyo". Así nos han construído, lejos del amor al otro para que no nos ayudemos.. para que no nos atrevamos a pedir ayuda, no vaya a ser que nos unamos y nos revelemos. Y las madres con hijos estamos deseosas de pedir lo que necesitamos.. pero nos cuesta. Quizá en el mundo virtual ésto cueste menos, de hecho daros cuenta de la gran cantidad de grupos maternales que existen formando todos ellos una enorme tribu, queda patente la necesidad subyacente, pero en el mundo real.. cuesta.

Y de lo que hablo es de ir más allá de los grupos de apoyo a la lactancia o grupos de crianza que reunen a madres con sus hijos una o dos veces a la semana. Hablo de crear redes en el entorno en el que respiramos día a día. Hablo de no estar toda la semana esperando a esos grupos en los que podemos ser escuchadas y escuchar, y asentir mientras otra mujer habla, y desatar nudos, y sonreir mientras vemos a nuestros pequeños conociéndose junto a otros pequeños sabiéndose seguros junto a sus madres. Hablo de tener esto cualquier día! Y esto depende de cada una de nosotras.. de nuestra capacidad de pedir, de nuestra capacidad de dar, de nuestra osadía para buscarlo, ..  como dijo alguien "el NO ya lo tenemos".

En mi mundo ideal cuento con una red de comadres que me envuelve y me cuida y me ayuda.. y yo devuelvo todo eso con creces.. porque me gusta formar parte de algo así. En mi mundo ideal la vida es mucho más fácil.. puedo enfermar y cuidarme, puedo ir a la pelu, puedo asistir a una conferencia que me interesa, .. y puedo hacer todo esto porque realmente sigo perteneciendo a este mundo, aunque sea una madre que cuida de sus hijos. En el mundo real hay un interés por hacer creer que tener hijos y cuidar de ellos en primera persona es una carga e implica la renuncia a nosotras mismas y a lo que hasta ahora conocíamos como mundo . Las madres ya no tienen tiempo para cuidarse, para mimarse, para enfermar, .. para alimentar su alma y espíritu. Y que nadie me venga diciendo que si quiero eso deje a mi hijo en la guardería.. porque no van por ahí los tiros. Las madres que cuidamos de nuestros hijos no queremos deshacernos de ellos, queremos criarlos pero no en tierra de nadie ni solas.

La sociedad relega a la sombra, por su propio interés, a las madres que cuidan de sus hijos, pero en nuestra mano está no conformarnos y crear una red, una sociedad al margen de la que nos excluye. Para ello tenemos que superar algunas trabas impuestas, y esas trabas somos nosotras mismas.. y para ello tendremos que mostrarnos vulnerables ante nuestras iguales y entonces, lejos de volvernos más débiles como nos hicieron creer,  veremos que somos más valiosas, más poderosas, más libres.. y ya no necesitaremos dejar a nuestros hijos para sentirnos parte de este mundo loco.

Sé que hay mujeres que no se sienten excluídas, que cuentan con sostén.. bien sea familiar o de amigos, estupendo entonces! pero si al leerme algo se ha removido en tu interior y ahora sientes un cierto desasosiego te animo, mujer, a que mires a tu alrededor.. seguro que hay alguna madre que cuida de sus hijos cerca.. esa vecina con la que coincides en el ascensor y cada vez sabes más de su bebe y ella del tuyo, la amiga de una amiga con la que fuiste a clases de preparación al parto y ahora hablas más con ella que con vuestra amiga en común, esas madres con las que compartes horas de parque y también lloros y risas de vuestros pequeños, esa mujer con la que haces buenas migas sin conoceros apenas y que coincidis en la puerta del cole, o en la panadería, o en el grupo de apoyo a la lactancia.. mira a tu alrededor y las verás. Muestrate receptiva y déjate fluir.. no te pongas impedimentos. Te animo, mujer, a que si no tienes lo que necesitas, lo busques.

Dedicado a esas madres con las que comparto..

domingo, 5 de febrero de 2012

Educar con el ejemplo, ¿es suficiente?


Los que me conocéis sabeis que soy un gran defensora de educar con el ejemplo. En realidad creo que es la única forma de hacerlo si se quiere respetar el libre albedrío de nuestros hijos. Huyo de cualquier forma de manipulación por muy sutil que sea. Pero estos días atrás he estado reflexionando mucho sobre todo esto. Me pregunto si yo, nosotros, hijos de una educación totalmente manipuladora estamos preparados para ello.. porque nuestro comportamiento está impregnado de todo lo que recibimos.

Siempre digo que en condiciones favorables es relativamente fácil dejar ser a nuestros hijos. Es relativamente fácil limitarnos a acompañarles en su camino. Pero ay! cuando las condiciones se vuelven desfavorables! lo mamado se cuela por agujeros imperceptibles y queda a ojos de todos, sobre todo a ojos de nuestros hijos que todo lo ven. Cuando las condiciones se tornan desfavorables nuestros hijos quedan desamparados.. nosotros, sus madres y padres, desaparecemos como acompañantes amorosos para volver a ser esas niñas y niños que crecieron emocionalmente solos. Entonces somos nosotros los que necesitamos acompañamiento y nos quedamos incapacitados para ser las madres y los padres que queremos para nuestros hijos. Padres desamparados, hijos desamparados. Y nuestro actuar en estas condiciones desfavorables también son un ejemplo para nuestros hijos.

Cuando hablo de condiciones favorables/desfavorables me refiero a nuestro mundo emocional, al de las madres y padres. Porque una rabieta de nuestro hijo, por poner un ejemplo claro, no supone ningún problema si estamos con la claridad suficiente para ver que nuestro hijo solo nos necesita a su lado, acompañándole, acogiendole, ayudándole a trapasar esas emociones que le ahogan, .. pero cuando algo nos pasa, cuando lo frágil dentro de nosotros tiembla, cuando no somos madres ni padres sino niñas y niños, no podemos manejar esa rabieta.. ni la nuestra ni la de nuestro hijo. Y entonces puede que le chillemos o que le ignoremos o que le agarremos violentamente, .. y ese es el ejemplo que se colará sin que queramos, sin que podamos evitarlo en el momento.

Entonces me pregunto.. en estas condiciones, educar con el ejemplo, es suficiente? estamos capacitados para ello?

En un principio pensé que debería apoyar con palabras algunos de mis comportamientos para aclarárselos a mis hijos pero luego me di cuenta de la cantidad de cosas que debía transmitirles sin ni siquiera darme cuenta.. qué estaba buscando? algún método externo para educar sin implicarme? me temo que eso no puede ser.. y más me temo que eso no es lo que quiero en realidad.. no quiero no implicarme con mis hijos. Pero tampoco quiero repetir la historia. No quiero quedarme en el "perdona cariño.." pero volver a caer una y otra vez en la misma piedra.

Ahora mismo, mientras escribo, creo que todos nosotros, independientemente de que tengamos hijos o no, tenemos un niño más a nuestro cargo.. y es nuestro niño interior. El niño desamparado que deja desamparados a nuestros hijos. Y creo que el secreto está ahí.. tenemos que acoger a ese niño y ver cómo se comporta, por qué lo hace así y cuándo.. tenemos que ver qué necesita y dárselo.. creo que según vayamos sanando a nuestro niño interior, las condiciones desfavorables se tornarán más favorables y nosotros seremos más libres. Padres liberados, hijos liberados.

También creo, bueno.. de esto estoy segura, que no se trata de evitar emociones sino de reconciliarnos con ellas. De cada emoción podemos aprender mucho de nosotros mismos.. o eso intuyo por lo menos, porque no he llegado tan lejos aún. Quizá de aquí a un tiempo vuelva a hablar del tema desde otro lado radicalmente diferente.. vamos viendo los detalles del paisaje según avanzamos por el camino. Lo que está claro es que la ma(pa)ternidad consciente es el camino del crecimiento personal.

Os dejo con un video que seguramente ya hayais visto pero os invito a hacerlo de nuevo bajo las reflexiones que he compartido hoy. A mí no deja de impactarme por mucho que lo vea. Gracias por escuchar mis chaladuras.. últimamente no me levanto del diván.