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Imágen sacada de Google. |
Sucede que cuando una mujer empieza a darse cuenta de cual es el panorama general de la atención a la embarazada y al parto normalmente queda en un estado de estupor. "Pero por qué hacen..?", "pero por qué no dejan..?", "pero si ya se sabe que.. por qué siguen..?", "pero y.. sin decirte nada?" y ante la alarma que crea el saber, muchas mujeres empiezan a ponerse en primera instancia a la defensiva. Es la reacción normal ante un peligro.. porque en esta ocasión, huir no pueden.(1)
Y ésto es algo malo, entendiendo malo como una situación desfavorable para la mujer. Una mujer no puede acudir a los controles del embarazo en estado de alerta, no puede parir en un estado de alerta, no puede parir sintiéndose en peligro. Entonces, qué hacemos? Cierto es que
tampoco podemos seguir siendo ingénuas y cerrar los ojos ante lo que ya hemos visto. Este es un estadio inevitable ante la toma de conciencia de la situación que estamos describiendo. Y es necesario ir más allá y superar la desconfianza que de pronto sentimos, la desorientación que nos llena de indignación e impotencia.
Algunas mujeres con recursos (económicos, emocionales, logísticos, ..) al final encuentran una vía por la que huir y deciden salir del sistema. Buscan profesionales de su confianza para que les lleven el embarazo y las asistan en un parto en casa o en centros privados que les garantiza la seguridad que necesitan.
Pero otras mujeres, muchas, por diversos motivos, no pueden hacerlo y tienen que enfrentarse al peligro. Y quiero remarcar en este punto que el "peligro" puede ser más o menos coincidente con lo que la mujer teme. No estoy hablando de un peligro real e inminente sino de una sensación de peligro que la mujer experimenta al echar un vistazo a lo que hay. Porque lo cierto es que todavía son mayoría los profesionales que no atienden a la fisiología del parto y lo hacen más desde el miedo que causa la desconfianza en el cuerpo femenino y su naturaleza, y todavía existen profesionales que lucen una actitud altiva que les lleva a tratar a las mujeres como si fueran niñas. Y protocolos obsoletos y amenazantes, y prácticas sin sentido, .. Así es que aunque este peligro no es real en todos los casos,
la sensación de peligro esta más que justificada.
Volviendo al tema después del rodeo, lo que me interesa y preocupa es cómo impulsar a las mujeres que se encuentran en este estado de desconfianza y a la defensiva para que puedan avanzar y dejar de sentirse en peligro. Que puedan transformar las emociones de contracción en otras más expansivas.. ¿Cómo dejar atrás el miedo?
Desde donde puedo ver ahora mismo, diría que el camino (o uno de ellos) pasa por tomar conocimiento de nuestro cuerpo. ¿Qué es lo que va a acontecer en él? informarse sobre la fisiología del parto da una idea de lo que ocurrirá en el cuerpo de la mujer, cómo la Naturaleza ha previsto llevar a cabo una de las acciones clave para la subsistencia de nuestra especie. Creéis que hubiéramos llegado hasta aquí si este mecanismo no funcionara a la perfección? Las mujeres tienen que saber ésto! Este conocimiento mitigará miedos, les hará ganar en confianza, y les dará mayor seguridad. Confianza en que están hechas para parir y por lo tanto pueden hacerlo! Seguridad para hacerse responsables de sus propios cuerpos y procesos porque saben lo que necesitan. Porque como dice la Dra. Northrup (2)
"cada mujer sabe más de sí misma que cualquier otra persona", pero a menudo, y por nuestra existencia reducida a seres mentales, un conocimiento corporal como éste solo despertará a través del intelecto.
Sin embargo no podemos quedarnos en el conocimiento mental del cuerpo, es necesario ponerse inmediatamente a atenderlo, a dedicar tiempo a quedarse en silencio y escucharlo, a re-aprender a captar sus mensajes.. y así poder contar con la sabiduría del propio asistente interior. Cuanta más práctica se tenga en escucharlo más fiables serán las propias sensaciones y más seguridad tendremos al tomar decisiones que atañan al propio cuerpo, porque "sabemos" cuando algo va bien y cuándo algo no va del todo bien. Esto es importantísimo! Lo que necesita la mujer es recobrar la confianza, una confianza que tenía depositada en el exterior y la perdió. Pues bien,
recuperemos la confianza pero situémosla en nuestro interior. Sería lo más apropiado.. y desde ahí podremos buscar aliados en el exterior, por supuesto, porque los necesitamos, pero ya no iremos a ciegas.
Este asistente interior también llamado intuición, voz interior, guía interior, Mujer Salvaje, mamífera, hembra de poder.. no dejará que nadie nos haga nada que no queramos, nos permitirá discernir cuál es la acción correcta, a quién escuchar y a quién no porque distinguiremos claramente la voz del miedo, .. en definitiva, contaremos con la sabiduría que nos asegura las condiciones de mayor seguridad.
Y porque creo realmente en ésto,
uno de los objetivos que considero más importantes de Parir desde el Cuerpo es tomar contacto con la hembra de poder que cada mujer ya es cuando se acerca a sentarse en círculo con otras hembras de poder. Ella se manifiesta a través del Cuerpo y Ella es "La que sabe" parir.. por esta razón suelo decir que solo se puede parir desde un sitio.. y ese sitio es tu Cuerpo.
A lo
largo del taller cultivaremos la conexión con Ella de diferentes maneras, a través de nuestros diferentes cuerpos:
el físico, el mental, el emocional y el espiritual
también. Prestaremos atención a nuestros pensamientos, emociones, sueños y
sensaciones corporales. Pero cómo lo haremos no os lo puedo explicar porque.. eso
hay que vivirlo! Solo os diré que no estaremos solas, que contaremos con los mejores guias.. vuestros bebés.. pero de ellos hablaremos otro día :)
Mientras tanto agudiza tu oído.. puede que tu Cuerpo te esté hablando..
Carolina Manzanares.
Doula.
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(1) ante un peligro inminente, el cuerpo humano está diseñado para atacar/defenderse o para huir.
(2) En su libro "Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer", pág. 50